Blogia
Lost in Mongi

Música

Both sides now

Both sides now

Rows and floes of angel hair
and ice cream castles in the air
And feather canyons everywhere
I've looked at clouds that way

But now they only block the sun
They rain and snow on everyone
So many things I would have done
But clouds got in my way

I've looked at clouds from both sides now
From up and down, and still, somehow
It's cloud illusions I recall
I really don't know clouds at all

Moons and junes and ferris wheels
The dizzy dancing way you feel
And every fairy tale comes real
I've looked at love that way

But now it's just another show
You leave 'em laughing when you go
And if you care, don't let them know
Don't give yourself away

I've looked at love from both sides now
From give and take, and still, somehow
It's love's illusions I recall
I really don't know love at all

Tears and fears and feeling proud
To say I love you right out loud
Dreams and schemes and circus crowds
I've looked at life that way

But now old friends are acting strange
They shake their heads, they say I've changed
Well something's lost, but something's gained
In living every day

I've looked at life from both sides now
From win and lose, and still, somehow
It's life illusions I recall
I really don't know life at all

I've looked at life from both sides now
From up and down, and still, somehow
It's life illusions I recall
I really don't know life
I really don't know life at all

What if I like pretty things?

Advertencia: este post está destinado a fans de Rufus Wainwright. Absténganse los que no lo sean, porque no lo van a entender -ni hace falta que lo hagan-.

Siguiendo la estela de Sonia y Silvia, sólo falto yo para contestar a la pregunta de moda: ¿cómo entró en mi vida Rufus Wainwright?

Como muchos, pertenezco a esa generación de fans de Rufus que tuvo tiempo para sufrir porque llegara a este país quasi-olvidado por la buena música. Como muchos, yo también caí en la B.S.O. de Moulin Rouge, pero al llegar la pista número 13, Complainte de la Butte, se me detuvo el mundo. Era esa voz, una voz que no parecía salir del cd sino de mis entrañas, como cuando en los conciertos sientes un waffle alojado entre el esófago y el estómago de lo alta que está la música. De francés, ni papa, pero parecía la canción más romántica que había oído en mi vida, como una serenata de balcón en una calle olvidada de París. No pude quedarme en rayar la canción, necesitaba esa voz. La quería toda para mí. Así que la busqué en otros lugares. Apunté letra a letra ese nombre entonces extraño -aunque el perro de porcelana que solíamos tener a la entrada de mi casa se llamaba Rufus- y me encontré con un cantante destinado a ser un icono. Fue Rufus mi primer salto al mundo del descubrimiento-musical-vía-Internet; sus hasta entonces dos discos fueron los primeros que inauguraron el apartado álbumes de mi Kazaa (aún no había descubierto el eMule).

El primero de esos discos, homónimo y publicado en 1998, se me antojó como el de un crooner de cabaret al viejo estilo americano, un disco que crece y muta desde el silencio musical de Barcelona (que, por razones lógicas, se ha convertido en todo un himno) hasta el optimismo casi infantil del niño que canta a la belleza de su madre en Beauty Mark. Amores imaginarios, inconscientes, hasta moribundos... Todos con esa voz que susurraba palabras que yo había escrito en alguna ocasión, que hablaba de la vida desde el prisma desde el que yo la miraba desde hacía mucho tiempo.

El segundo disco, Poses, me mostraba un Rufus irónico, punzante, divertido y amargo a la vez, con un sonido totalmente distinto, un viaje de ida y vuelta de Grecia a Nueva York con saltos temporales a épocas de príncipes y consortes. Fue entonces cuando sustituí el insoportable sonido de error de Windows por los primeros acordes de Cigarrettes and Chocolate Milk (muy recomendable para aquéllos cuyo ordenador tienda a bloquearse y quieran permanecer de buen humor). Por si fuera poco, Rufus comenzó a convertirse en un ávido colaborador en las bandas sonoras de varios films, algunos como Zoolander o Yo soy Sam, de la cual salió uno de los vídeos -y las versiones- más soberbios de mi lista particular.

Ya estaba dentro, ya me había metido de lleno en la galaxia Rufus. Entonces llegó la noticia: Rufus sacaba nuevo disco. Realmente no sólo un disco, sino un díptico de nombre Want (sólo con ese nombre ya sabía que estaba abocado a encantarme) que saldría al mercado en dos tandas con un año de diferencia. Wow. Muchos nervios, mucha expectación, pero ni remotamente podría haber imaginado lo que encontré. Veinte días después de mi primer -y único- cumpleaños en Italia, el 23 de septiembre de 2003, salió a la venta Want One. Lógicamente yo no tenía un fácil acceso al cd material -cosa que se solucionó un año después gracias a que mi querida Sonique pudo traerme sus cd's de Londres-, así que opté por lo de siempre, Internet, no sin antes deleitarme con la imagen del caballero andante al estilo Edward Burne Jones que adornaba la portada. Want One comenzaba susurrando las notas del Bolero de Ravel en Oh what a world transportándote, in crescendo, al comienzo más apoteósico jamás imaginado para un disco. Pero no fue ahí donde ocurrió la epifanía. Había oído ya dos canciones impresionantes cuando, con la tercera pista, comencé a escuchar los acordes más hermosos que he escuchado en mi vida. No eran acordes de guitarra, eran casi como campanillas, un xilófono o algo por el estilo. Es ridículo, pero juro que sentí flotar. Esa canción me estaba hablando, se estaba metiendo dentro de mí para quedarse. El sonido era tan irreal, tan diferente, que parecía que venía de otro mundo, de un mundo vicioso, porque así es como se llamaba -y se llama- la canción, Vicious World. Desde entonces, tengo en ella mi remedio para los ataques de nervios, los trabajos que hay que realizar a prisa y la ansiedad. Una cadencia de diazepam y tila capaz de despejar mi mente, un ctlr+alt+supr hecho de música.

Pero no sólo encontré en Want One el antídoto contra los nervios y bloqueos varios. Parezco parte de una teletienda cuando afirmo que, Go or go ahead, la sexta canción de ese disco, curó el imsomnio que arrastraba desde hacía años. Era -y es- mi nana de buenas noches, la canción que posee la letra más impresionante que Rufus ha escrito hasta ahora y cuyas líneas están grabadas a fuego por todos los rincones de mi cerebro. No importa que la escribiera mientras intentaba recuperarse, solo, de su adicción al cristal -la droga de diseño-, cosa por la que yo, lógica y afortunadamente, no he pasado. Suscribo cada uno de esos versos que ascienden desde el lamento al grito más desgarrador, en una demostración implacable del instrumento vocal que Rufus posee.

El resto del disco no era para menos; 14th Street, Natasha, Harvester of Hearts... Auténticas joyas en un solo cd, gracias en gran parte a ese gigante superdotado de las mezclas que responde al nombre de Marius DeVries. Ya no hacía falta buscar más. Durante mucho tiempo dejé de escuchar a otros, porque Rufus se bastaba y se sobraba solo en mi reproductor. Había encontrado a mi media naranja musical. Want One es y será siempre el disco, la banda sonora de mi vida, como manda el tópico. Es inimitable, inigualable, inalcanzable.

En noviembre de 2004 llegó Want Two, en cuyo libreto Rufus se transformaba en una Ophelia de Millais entre espigas y husos de bella durmiente. El disco en el que Rufus proclamaba la llegada del Gay Messiah -quedándose para sí mismo el puesto de Rufus the Baptist- o, en colaboración con Antony, nos contaba durante ocho minutos cómo una Old Whore's Diet es su remedio para el día a día. Ambos discos se complementan a la perfección: de la imaginación de cuento y los sonidos casi místicos del primero, plantamos los pies en el suelo para pasar al segundo, más apegado a un mundo real aunque magullado. Todo como excusa para tratar una premisa común: el deseo como motor de la vida en todos sus aspectos.

Un año después llegó el momento más ansiado de todos: el concierto. La expresión 'quedarse sin palabras' se inventó para ocasiones como ésta, porque realmente no las hay. Cualquier sensación vivida ese día se escapa de los límites del vocabulario. Y resultaría ridículo justificarse en una ocasión así, pero a veces las afinidades, la empatía, no se encuentra sólo en la gente que nos rodea, en nuestros amigos, en nuestros familiares. Se puede ir más allá habiendo compartido sólo una sala durante una hora y media y tres segundos ante una cámara de fotos.

Y así nos ponemos en el final del camino hasta ahora, en el hecho que ha traído la pregunta sobre la que versa todo este aburrido torrente de ideas. Rufus vuelve con su quinto disco hasta la fecha, de nombre Release the Stars -todo un homenaje al Hollywood clásico, como queda demostrado en la canción homónima-, que sale a la venta el 15 de mayo pero que ya podemos disfrutar enterito gracias a la red de redes. Uno de los fundamentos de la industria de la música es la evolución del cantante/grupo, la no-repetición, convertir la sorpresa en elemento de fidelización (eso que tan bien se le da a Madonna, por ejemplo). Sólo unos pocos consiguen variar de estilo musical logrando mantener a los fans de siempre o incluso captando a más. Pero Rufus va más allá: es capaz de seguir siendo fiel a su música, a sus influencias, a su sonido tan propio y característico, sin repetirse, metamorfoseándose como un artista de sonidos dispares que nunca chocan entre sí, sino que se integran en una música que supera la barrera de lo sensorial.

Con esto vengo a decir que, con Release the Stars, Rufus se ha subido al Altar de Pérgamo con el que ilustra su portada para reinventarse a sí mismo por enésima vez, sorprendiéndonos a todos con músicas que recuerdan a la etapa más hippie de The Beatles y unos arreglos de lo más setentero, sin olvidar el sonido recóndito de ese piano que suena mejor que nunca en Leaving for Paris o la ira vestida de luto del single, Going to a town.

Sólo ha pasado una semana desde que escuché el disco por primera vez, pero ya se ha alojado en primera fila, haciendo compañía a la tristeza y decorando con la mejor banda sonora el recuerdo de mis últimos días en Barcelona. Porque la música de Rufus no es sólo música. No entra sólo por los oídos. Se cuela por los poros, fluye. Se escurre por el rabillo del ojo, la hueles, la sientes en la boca, la saboreas, entra a través de tus pulmones, se hunde en la boca del estómago, se aposenta en la yema de tus dedos. Escuchas, ves, respiras, sientes a través de ella. Se hospeda en tus glóbulos rojos, en tus células, en cada una de tus neuronas, hasta ser una porción de la mejor parte de ti. Y deja de ser sólo música para convertirse en todo un acontecimiento.

Un nuevo muso para el Olimpo

Se llama Mika y no es finlandés. Nació en Beirut en 1983 (típico caso que te demuestra que con tu edad existe gente no abocada al fracaso) y viene a ser una fecundación in vitro con unos padres tan magníficos como Queen, Scissor Sisters, los mejores falsetes de The Darkness y un toque de la clase inimitable de mi Rufus Wainwright. Está dando que hablar con Grace Kelly, una de esas canciones nacidas con las propiedades curativas que posibilitan un cambio positivo del estado de ánimo. Vamos, que ni Redoxon ni Apiserum. Mika en comprimidos, una dosis cada tres minutos que dura la canción.


Me va a costar mucho despegarme ese estribillo... Why don't you like me? Why don't you walk out the door!

Damien Rice

A veces las voces abrazan. A veces te acunan; otras te hipnotizan. Incluso duelen. Algunas calientan el frío como lo hace el sol en invierno. Si las caricias tuvieran un sonido, serían una canción de Damien Rice.


Animals were gone
Woke up and for the first time the animals were gone
It's left this house empty now, not sure if I belong
Yesterday you asked me to write you a pleasant song
I'll do my best now, but you've been gone for so long

The window's open now and the winter settles in
We'll call it Christmas when the adverts begin
I love your depression and I love your double chin
I love 'most everything that you bring to this offering

Oh I know that I left you in places of despair
Oh I know that I love you, so please throw down your hair
At night I trip without you, and hope I don't wake up
'Cause waking up without you is like drinking from an empty cup
Woke up and for the first time the animals were gone
Our clocks are ticking now so before our time is gone
We could get a house and some boxes on the lawn
We could make babies and accidental songs
I know I've been a liar and I know I've been a fool
I hope we didn't break yet, but I'm glad we broke the rules
My cave is deep now, yet your light is shining through
I cover my eyes, still all I see is you
Oh I know that I left you in places of despair
Oh I know that I love you, so please throw down your hair
At night I trip without you, and hope that I don't wake up
'Cause waking up without you is like drinking from an empty cup

Mediocre bad guys

Mediocre bad guys

Well don't give me no comic book sad looks no more
Please don't use those same excuses you've used before
Mmm hmmm Mmm hmmm
You told yourself so many times it's okay
So be good to try
But you just don't know how to come back down
And now you beat me up, you break me down
Hoping I don't came around
Kick me when I'm on the ground
Beat me up, break me down
Hoping I don't come around
Kick me when I'm on the ground

Well, how about those people
I know that you know the ones I mean
Not so good, not so bad
Only know what they have
And they have only what they've seen
Them mediocre bad guys can really bring you down
They can't be defeated, and you know
They're never going to come around

They just beat me up and break me down
Hoping I don't come around
Kick me when I'm on the ground
Beat me up, and break me down
Hoping I don't come around
Kick me when I'm on the ground
They just beat me up and break me down
Hoping I don't come around
Kick me when I'm on the ground
Beat me up, and break me down
Hoping I don't come around
Kick me when I'm on the ground
Beat me up and break me down
Hoping I don't come around
Kick me when I'm on the ground
Beat me up, break me down
Hoping I don't come around
Kick me when I'm on the ground

Homenaje: los mejores videos de los 80



El más grande. Impagable. Esos movimientos sinuosos, ese baile con las sábanas, esa lluvia que empapa literalmente la camiseta. Ni en los mejores días de El Informal a nadie se le hubiera ocurrido un vídeo como éste. 

Esa pasión y entrega a lo Julio Iglesias de Billy Ocean y ver a Danny DeVito y a una de las parejas con más química de los ochenta, Kathleen Turner y Michael Douglas, haciendo el pavo de coristas.

El shock de ponerle cara -y sobre todo peinado- a Limahl es insuperable. Más aún esa emoción con la que canta, esa manera de mover los labios...

¿Un antecedente de Lost? Podría ser... Apoteósico final con los músicos.

Pero qué heavies y rockeras ellas... Esa gente haciendo el egipcio por la calle...

Aunque lo parezca, no es un parodia de David Civera... ¿Pero alguien se tomaba en serio esto?

Por fin no hace falta reírnos de ellos. El video de You can call me Al tiene su encanto.

CONTINUARÁ...

This love affair

This love affair

I don’t know what I’m doing
I don’t know what I’m saying
I don’t know why I’m watching
all these white people dancing

I don’t know where I’m going
But I do know that I’m walking, where?
I don’t know, just away from this love affair

I can’t say that I’m cruisin’,
Not that I don’t like cruisin’,
Just that I’m bruisin’ from you

I can’t say that I’m waltzin’
Not that I don’t like waltzin’
Would rather be waltzin’ with you

So I guess that I’m going
I guess that I am walking. Where?
I don’t know, just away from this love affair

Amo a Laura

Hagamos juntos este crucigrama
Aplacemos lo otro para mañana
Cantar contigo me llena de alegría
Dejemos todo lo demás para otro día

Quisiera besarte pero sin ensuciarte
Quisiera abrazarte sin dejar de respetarte
Amar es saber esperar
Es saber esperar
Es saber esperar

Amo a Laura
(Amo a Lauraaa)
Pero esperaré hasta el matrimonio
Amo a Laura
(Amo a Lauraaa)
Pero esperaré hasta el matrimonio
No voy a arrancar esa flor
Quien la destruya no seré yo
 
Joven, recuerda que el amor nace del respeto
Que no hay nada más hermoso en una pareja
Que saber esperar juntos ese momento maravilloso
Que es la consumación de un amor
Tu paciencia tendrá recompensa

Amo a Laura
(Amo a Lauraaa)
Pero esperaré hasta el matrimonio
Amo a Laura
(Amo a Lauraaa)
Pero esperaré hasta el matrimonio
No voy a arrancar esa flor
Quien la destruya no seré yo

El Opus Dei ya tiene nuevo himno para adoctrinar a sus juventudes...

Go or go ahead

Go or go ahead

Thank you for this bitter knowledge
Guardian angels who left me stranded
It was worth it, feeling abandoned
Makes one hardened but what has happened to love

You got me writing lyrics on postcards
Then in the evening looking at the stars
But the brightest of the planets is Mars
Then what has happened to love

So I will opt for the big white limo
Vanity fairgrounds and rebel angels
You can’t be trusted with feathers so hollow
Your heaven’s inventions, steel eyed vampires of love
You see over me, I’ll never know
What you’ve shown to other eyes

Go or go ahead and surprise me
Say you’ve lead the way to a mirage
Go or go ahead and just try me

Nowhere’s now here smelling of junipers
Fell of the hay bales, I’m over the rainbows
But oh Medusa, kiss me and crucify
This unholy notion of the mythic power of love

Look in her eyes, look in her eyes
Forget about the ones that are crying

Go or go ahead and surprise me

Communication

Communication

For 27 years I’ve been trying to believe and confide in
Different people I’ve found
Some of them got closer than others
Some wouldn’t even bother and then you came around
I didn’t really know what to call you, you didn’t know me at all
But I was happy to explain
I never really knew how to move you
So I tried to intrude through the little holes in your veins
And I saw you

But that’s not an invitation
That’s all I get
If this is communication,
I disconnect...
I’ve seen you, I know you,
But I don’t know how to connect
So I disconnect

You always seem to know where to find me and I’m still here behind you
In the corner of your eye
I never really learnt how to love you
But I know that I love you through the hole in the sky
Where I see you

And that’s not an invitation
That’s all I get
If this is communication
I disconnect...
I’ve seen you, I know you,
But I don’t know how to connect
So I disconnect

Well this is an invitation
It’s not a thread
If you want communication
That’s what you get
I’m talking and talking
But I don’t know
How to connect

And I hold a record for being patient
With your kind of hesitation
I need you, you want me
But I don’t know how to connect
So I disconnect

After all...

After all...

After all you were perfectly right
But I’m scaring close to insanity
And on a night like this
Nothing stays the same
Nothing looks the same

After all you were perfectly right
Though our relation just split me in two
And on a night like this
Pieces fall apart
Visions fall apart

After all you were perfectly right
I have never been happy before
And on a night like this
You can hear the words
See behind the words

After all you were perfectly wrong
Though I thought I’d found love
And on a night like this
Nothing could be worse
Nothing could be worse

Leaving you

Leaving you

See one thousand eyes forget the starry skies
Leaving you
Every sunny path a bitter aftermath
Leaving you
So could you kindly shut the door
It’s strange to think I needed air before

Then shut the world and stay
Within four walls
Please shut the world and stay
Within these four walls

Just one look at you
I’m finished wanting to challenge God
So I made my heart a home of elements so strong
We’ll never feel the cold
And if God should come to call
I’ll leave the curtains drawn
Won’t make the slightest sound
Till he is out of town
And our secret tomb remains
And we’re done feigning death

Then shut down the world and stay
Within four walls
Please shut down the world and stay
Within these four walls

Volcano

Volcano

Don’t hold yourself like that
You’ll hurt your knees
I kissed your mouth, and back
And that’s all I need
Don’t build your world around
Volcanoes melt you down

What I am to you is not real
What I am to you, you do not need
What I am to you is not what you mean to me
You give me miles and miles of mountains
And I’ll ask for the sea

Don’t throw yourself like that
In front of me
I kissed your mouth, your back
Is that all you need?
Don’t drag my love around
Volcanoes melt me down

What I am to you is not real
What I am to you, you do not need
What I am to you is not what you mean to me
You give me miles and miles of mountains
And I’ll ask

What I give to you is just what I’m going through
This is nothing new, no, no just another phase of finding
what I really need is what makes me bleed
And like a new disease, she’s still too young to treat
Volcanoes melt you down
She’s still too young
I kissed your mouth
You do not need me

Rufus Wainwright

A sus 30 años y a pesar de tener nombre de perro, hay algo que define a Rufus Wainwright, y para Caperucita Rusa ese algo se llama talento. Cantautor y poseedor de una voz absolutamente desgarradora, Caperucita descubrió a Rufus hace tres años en el delicioso tema La complainte de la butte, en la banda sonora de Moulin Rouge. Caperucita indagó más y más y averiguó que esa voz hermosa con nombre de chucho había participado en muchas más bandas sonoras, entre ellas las de Shrek (con el cover de un tema de Leonard Cohen, Hallelujah), Un papá genial o Yo soy Sam (versionando uno de los mejores temas de los Beatles, Across the Universe). Caperucita descubrió también tres joyas musicales, tres discos cargados de melancolía, amor y un sinfín de experiencias personales, con una serie de arreglos que hacían de la música de Rufus algo completamente inimaginable y cautivador.

Rufus Wainwright


Así que, después de tres años, Rufus es Caperucita y Caperucita es Rufus. Se han fusionado a través de la música y sienten a través del oído y de las canciones más hermosas que Caperucita pudo imaginar: nombres como Vicious world, Go or go ahead, Natasha, Greek Song o Barcelona forman parte ya de la vida de Caperucita. Y hay sitio para más... Ella sólo está esperando a que lleguen.